Solo con el corazon
Citas de Antoine de saint-exupery
El pequeño príncipe nace en el asteroide B612, del tamaño de una casa, y conoce una hermosa rosa que florece allí. Sin embargo, debido a su inmadurez, tiene un malentendido con la sensible y orgullosa rosa, y emprende solo un viaje a las estrellas. Tras un año de decir “hola” y “adiós” a una serpiente y a 5.000 rosas, Petit Prince se da cuenta por fin de lo que es importante cuando se hace amigo de un zorro.
El zorro le recuerda a Petit Prince su “relación” con la rosa que ha dejado en su pequeño planeta para enseñarle cuáles son las “cosas importantes invisibles”. La rosa es insustituible para Petit Prince, no por su belleza exterior. Es porque se han hecho “amigos” a través de las tediosas exigencias de su cuidado, y se ha formado un “vínculo”. Tal relación es invisible a los ojos. Sólo puede verse con la mente. Recordemos esa relación. Seamos siempre “responsables” de ella. Estas dos recomendaciones son el “regalo secreto” del zorro a Petit Prince.
Sólo se ve claramente con el corazón
ContextoEl principito de El Principito lleva unos días vagando por el desierto cuando se encuentra con un zorro que quiere ser domesticado. “¿Cómo sabe que el zorro quiere ser domado? Porque se lo ha dicho. Porque puede hablar. Sí, vamos a suponer que es un zorro mágico. (O que el príncipe está alucinando por el calor y la deshidratación). Sea como sea, después de domar al zorro, éste le recompensa con un secreto antes de que tenga que marcharse. El secreto es este refrán y la lección que contiene. Se refiere a algo que confunde y apena al joven príncipe: en su planeta natal tenía una rosa muy especial, pero en la Tierra encontró muchas rosas, lo que le hizo darse cuenta de que su única rosa no era tan especial. Pero el zorro sabe que lo que importa es lo que sentimos por algo; en otras palabras, la rosa es especial porque el príncipe piensa que es especial.Dulce zorro, ¿eh?
Factor de pretenciosidad¿Si soltaras esta cita en una cena, recibirías un “awww” al unísono o todos pondrían los ojos en blanco y no volverían a invitarte? Aquí está, en una escala del 1 al 10. Si un zorro parlante dice que es sencillo, vamos a confiar en él.
Citas del corazón
En el Principito de St. Exupery, el zorro le cuenta al principito su secreto [el del zorro], que es muy sencillo. El secreto es: “Sólo con el corazón se puede ver bien, lo esencial es invisible a los ojos”. El Principito fue escrito en francés y la cita de arriba en francés es: “Voice mon secret. Il tres simple: on ne voit bien qu’avec led coeur, l’essential est invisible pour les yeux.”
Entonces, ¿a qué se debe esta referencia a ver con el corazón? En el Principito, el zorro ya había ayudado al principito a domar [hacerse amigo de] el zorro. El principito le habló al zorro de una flor de su planeta que le interesaba, pero que también era exigente e irritante. El principito vio entonces un campo lleno de flores de aspecto idéntico y se sintió consternado. “Pensaba que mi flor era única en todo el universo”, le dijo al zorro. El zorro ayudó entonces al principito a ver que su amor por su flor hacía que ésta fuera única para él. El zorro le contó entonces al principito su sencillo secreto: “Sólo con el corazón se puede hacer algo”: “sólo con el corazón se puede ver bien, lo esencial es invisible a los ojos”.
Lo esencial es invisible a los ojos
“Sólo eso”, dijo el zorro. “Para mí, sigues siendo nada más que un niño pequeño que es igual que otros cien mil niños pequeños. Y no te necesito. Y tú, por tu parte, no me necesitas. Para ti, no soy más que un zorro como otros cien mil zorros. Pero si me dominas, entonces nos necesitaremos mutuamente. Para mí, serás único en todo el mundo. Para ti, yo seré único en todo el mundo…”
“Mi vida es monótona”, dijo el zorro. “Yo cazo pollos y los hombres me cazan a mí. Todas las gallinas son iguales y todos los hombres son iguales. Así que me aburro un poco. Pero si me domesticas, será como si el sol viniera a iluminar mi vida. Conoceré el sonido de un paso diferente a todos los demás. Otros pasos me hacen volver a toda prisa bajo tierra. El tuyo me llamará a salir de mi madriguera, como la música. ¡Y mira allí! ¿Ves los campos de trigo? Yo no como pan. El trigo no me sirve de nada. Esos campos de trigo no me recuerdan nada. ¡Y eso es bastante triste! Pero tú tienes el pelo del color del oro. ¡Piensa en lo maravilloso que será cuando me hayas domesticado! El trigo, que también es dorado, me recordará a ti. Y me encantará el sonido del viento en el trigo…”